Es una realidad que el crecimiento del comercio electrónico es imparable. Los datos del último estudio realizado por la Comisión Nacional del Mercado y la Competencia reflejan un dato definitivo en este sentido: desde 2012 hasta 2017, la facturación del comercio electrónico se ha triplicado . Las compras por internet están ganado peso en un buen número de sectores.
Reflexionando sobre esta cuestión, me preguntaba hace unos días: “ ¿qué es lo que hace atractivo a internet como canal de compra y qué carencias puede tener?” . La finalidad de las preguntas era proporcionar algunas ideas a los “vendedores tradicionales” para adaptar sus métodos, formas y ritmos a la frenética evolución tecnológica.
Los atractivos básicos de internet desde el punto de vista de las compras son, posiblemente los siguientes:
Frente a esta realidad, mi reflexión matiza cada uno de estos aspectos:
Por tanto, desde mi punto de vista, no es oro todo lo que reluce en la compra a través de internet. O, al menos, mi creencia es que no vale para todo. Hay productos y servicios que requieren obligatoriamente el asesoramiento de un vendedor profesional si pretendemos comprar bien y otros que, aunque estén accesibles en internet, pueden ser perfectamente complementados con un asesor profesional.
Con el fin de continuar aportando valor percibido y competir contra el “vendedor tecnológico”, las claves del vendedor profesional son más que nunca las siguientes:
El papel lo admite todo y la web también, pero solo la conversación entre humanos puede llegar al interior, a las verdaderas necesidades, expectativas e intereses. Por eso el papel de los vendedores verdaderamente profesionales sigue siendo crucial y lo seguirá siendo en el futuro. Eso sí, con una adaptación clara y nítida a las demandas de los nuevos tiempos a base de formación y entrenamiento.
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