La magnitud y frecuencia que pueden adquirir los ciberataques está dando lugar a una nueva percepción, por la que brechas de seguridad que antes hubiesen sido consideradas insólitas están adquiriendo cierta normalidad. Pero el impacto económico que están alcanzando estos ataques hace de la ciberseguridad un factor clave en la gestión de riesgos de empresas , gobiernos e infraestructuras clave.
La relevancia de esta amenaza queda patente en el ‘Informe de Riesgos 2018’ , que cada año elabora el Foro Económico Mundial como antesala del encuentro de los líderes mundiales en la ciudad suiza de Davos. Por primera vez, dos riesgos relacionados con la ciberseguridad se sitúan en la lista de los cinco principales peligros para el mundo en términos de probabilidad.
La posibilidad de sufrir ciberataques queda patente en las brechas de seguridad registradas por las compañías en 2017, que duplicaron las cifras de hace cinco años y alcanzaron las 130 por empresa. Además, el informe destaca que los expertos esperan que en pocos años el coste del ‘cibercrimen’ a las empresas llegue a suponer 8.000 billones de dólares.
Especial atención merecen los ataques ‘ransomware’ , al que tuvieron que hacer frente el doble de empresas respecto a 2016 y que tuvo en el ataque WannaCry uno de sus mayores exponentes a nivel mundial, al afectar a 300.000 ordenadores de 150 países. Además, este ‘secuestro’ de archivos a cambio del pago de un rescate está comenzando a fijar objetivos en infraestructuras estratégicas como ministerios, ferrocarriles, bancos u hospitales.
Todo ello teniendo en cuenta que este peligro crece de forma exponencial con la implantación del Internet de las Cosas : en la actualidad hay más dispositivos que personas en el mundo -8.400 millones de dispositivos frente a 7.600 millones de población mundial-, y los expertos apuntan a que esta diferencia se acreciente hasta los 20.400 millones de dispositivos conectados en el años 2020, según el informe.
Pese a que el Foro Económico Mundial reconoce que la mayor parte de los ataques contra sistemas críticos no han tenido éxito, advierte de que el creciente número de intentos pone de manifiesto la necesidad de adoptar medidas. En este sentido, Marc Martínez , socio responsable de Ciberseguridad de KPMG en España , explica que, dada la magnitud de la ciberamenaza, es esencial “no solo hacer hincapié en la prevención sino disponer de un sistema que permita actuar con rapidez en el caso de sufrir una brecha de seguridad”.
“La ciberseguridad no solo pasa por invertir elevadas sumas de dinero sino por disponer de un sistema sólido que permita adoptar medidas antes, durante y después ”, subraya Marc Martínez, que llama la atención sobre el problema añadido que suponen este tipo de ataques a la reputación y la necesidad de adoptar un enfoque dinámico que se adapte a las distintas facetas que adoptan los ciberdelincuentes.
“También hay que tener en cuenta en la estrategia nuevas tendencias como la ciberinteligencia o el Big Data , que permiten anticipar y mitigar las posibles amenazas a través del conocimiento de lo que está sucediendo en el mercado, compañías o sistemas similares”, explica Marc Martínez.
Dada la relevancia de esta amenaza, la ciberseguridad está pasando a ocupar un puesto elevado en los temas a tratar de la agenda mundial. Los líderes mundiales están obligados a afrontar un riesgo que, de cumplirse el peor de los escenarios, puede paralizar sistemas esenciales para el funcionamiento de la sociedad.
Patricia Alfaro Responsable de contenidos de Valores Digital
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