La Inteligencia Artificial (IA) y el 5G redefinirán el concepto de smartphone en los próximos tres a cinco años. Este ‘ smarter phone’ se diferenciará de los dispositivos actuales principalmente en dos aspectos: el auge de las interfaces por voz, que convivirán con las táctiles o incluso funcionarán solas, y el fin del uso de apps tal y como lo conocemos. Son dos de las principales conclusiones del estudio The smarter phone , elaborado por PwC, con motivo de su participación en el Mobile World Congress, que se celebrará desde el próximo lunes hasta el jueves de la misma semana.
El documento indica que desde que los smartphones llegaran hace más de una década, no se han dado pasos sustancialmente relevantes en las prestaciones del teléfono o la experiencia de usuario, más allá de mejoras en las cámaras o en la velocidad del procesador. Los primeros teléfonos se consideraron ‘inteligentes’ por ser móviles y estar, al mismo tiempo, conectados a Internet. Pero hoy la conectividad a la red se da por hecho, y los dispositivos móviles son omnipresentes. Como resultado, muchos usuarios optan por cambiar cada vez menos de dispositivo. Según Dixons Carphone, los consumidores han pasado de cambiar de móvil cada 20 meses en 2013, a hacerlo hoy cada 29.
Según el documento, la IA también hará realmente inteligentes a los teléfonos móviles. Pero, ¿cómo? El auge de la inteligencia artificial conversacional será uno de los cambios más importantes. Y está muy cerca. Ya se están viendo avances importantes en algunas interfaces de usuario, que han evolucionado desde interfaces gráficas (GUI), a interfaces de voz (VUI). Según el informe, el próximo paso será un entorno en el que la mejor interfaz de usuario será la invisible. Es decir, en el que las necesidades del usuario sean satisfechas de forma automática por una interfaz de inteligencia artificial gestual o conversacional que interprete los hábitos del consumidor.
El fin del ecosistema actual de apps es el otro cambio clave fruto de la aplicación de la IA a los móviles. Hoy seleccionamos, descargamos y nos registramos en las aplicaciones que consideramos útiles. Pero después utilizamos muchas menos de las que tenemos instaladas. Según un estudio de la consultora App Annie, publicado en mayo de 2017, el usuario medio usa en torno a 30 apps al mes, o lo que es lo mismo, entre un tercio y la mitad de las que tiene en su móvil.
Pero según el informe, todo esto va a cambiar. A largo plazo, la agregación de aplicaciones será vital. En vez de tener ir abriendo aplicaciones concretas a petición del usuario, la IA permitirá al dispositivo deducir qué es lo que este quiere y actuar de forma autónoma. En último término, el escenario que se plantea es uno que irá más allá de las apps, e incluso de la interfaz de usuario, porque el dispositivo se encargará de hacer todo por este.
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